Asistencia a la victima Porteña

Novedad en la Justicia Contravencional porteña
Víctimas y testigos ya tienen un lugar de contención en la ciudad
Se creó un área que brinda asistencia psicológica y legal, y provee protección>


Requerir asistencia legal y psicológica; hacer el seguimiento de una causa iniciada en una fiscalía de la ciudad o solicitar mayor seguridad, cuando la integridad física está en peligro son algunos de los pedidos que ya pueden hacer ante el Ministerio Público Fiscal de la ciudad las víctimas o testigos de faltas contravencionales, como ruidos molestos, daños a la propiedad pública o privada, usurpación del espacio público u oferta de sexo en las calles.

El fiscal general de la ciudad, Germán Garavano, puso en funciones recientemente la oficina de Atención a la Víctima y Testigos (Ofavit), una dependencia que también servirá de control de la actuación de los propios fiscales. Su objetivo es la atención, derivación y control de calidad de los servicios prestados a las víctimas y a testigos. Entre las personas perjudicadas que ya pasaron por ella, el 80% fueron mujeres, mientras que el 50 por ciento requirió asistencia legal.

¿Cuál es la función de esta oficina? Entre sus principales tareas está la de prestar asesoramiento jurídico a las víctimas de las contravenciones durante su actuación en el proceso, además de otorgarles asistencia psicológica, social y económica.

"Queremos otorgarles a las víctimas y testigos el asesoramiento y la contención que merecen; acercarnos a la gente con un programa que facilitará la relación y el seguimiento de cada caso en particular. Y terminar de una vez por todas con esa frase de «acá no es» cuando una persona llega a una fiscalía para hacer una denuncia y en la mesa de entradas lo derivan a otro sitio", dijo a LA NACION Gabriel Unrein, secretario de Acceso a la Justicia y Derechos Humanos del Ministerio Público Fiscal de la ciudad.

Este programa, cuya oficina funciona en la calle Beruti 3345, en Palermo, y está a cargo de Raúl Alfredo Santa Cruz, establecerá los canales de comunicación necesarios con los ciudadanos para que allí puedan realizar una denuncia y que se les informe sobre el curso del proceso judicial.

"La Justicia, a disposición"

"Comunicar y asistir a la víctima en sus derechos, que sea escuchada por los órganos del proceso, y poner a su disposición los mecanismos alternativos de resolución de conflictos son parte de las acciones que ya se llevan adelante. Con todo esto, y con otras medidas que se tomarán posteriormente, queremos que la gente sienta que la Justicia está realmente a su disposición", aseguró Unrein.

Cualquier persona que entienda que ha sido perjudicada por ruidos molestos, exhibiciones obscenas o cualquier falta tipificada en el código contravencional podrá concurrir a Ofavit y canalizar por allí sus requerimientos. También se puede acceder por vía telefónica, en el 0800-333-47225.

La víctima que acude a la oficina es entrevistada por uno de los profesionales que la integran (hay cuatro psicólogos, dos asistentes sociales y dos abogados), que evaluará la situación y propiciará la intervención que corresponda. En la entrevista se asegura la privacidad y un entorno agradable de confianza y de protección, aseguraron las autoridades.

"En segundo término, se da prioridad a las demás necesidades primarias, tales como alimentación y cobijo, mediante la asistencia directa o su respectiva derivación. De haber involucrados menores o incapaces se da inmediata intervención al Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes y a la Asesoría Tutelar, si aún no hubieran intervenido", dijo a LA NACION Raúl Alfredo Santa Cruz, director de Ofavit.

En cuanto al nivel socioeconómico de los consultantes, el 60% es de clase media o alta; el 20%, media/baja, y el otro 20%, de clase baja. En cuanto al grado de respuesta que tuvo la oficina en el plazo que lleva funcionando, se le dio participación a distintos organismos intervinientes, como la Justicia Nacional (del fuero civil o del penal) o centros de salud públicos de la Capital, para la asistencia psicológica de la víctima atendida por los profesionales de Ofavit.

Por Pablo Tomino
De la Redacción de LA NACION